La presión laboral en la mujer
En una sociedad que constantemente se vuelve más libre de prejuicios, como se da actualmente, las mujeres son imprescindibles para que dicha sociedad crezca, se desarrolle y sea exitosa. Este suceso se da, básicamente, ya que sea la propia mujer está tomando la iniciativa y generado el cambio de mentalidad con algo muy simple: valorándose.
Sin embargo, el hecho de gozar de la igualdad de género conlleva los pros y los contras de lo que esto significa. Tal es así que en el ámbito laboral, las mujeres se han vuelto piezas importantes para el funcionamiento de las empresas, por lo que están sujetas a la misma presión laboral que los hombres.
La presión laboral es una forma de estrés psicológico que está definida como el desempeño en un empleo exigente que ofrece oportunidades limitadas para la toma de decisiones o para el uso de las capacidades creativas e individuales de la persona.
Recientemente un estudio realizado en Estados Unidos indica que aquellas mujeres que están bajo mucha presión en el trabajo tienen 40% más riesgo de enfermedades cardiovasculares que las mujeres que tienen un empleo menos exigente.
Los encargados del estudio realizado en Boston, en el Brigham and Women´s Hospital, informaron que las mujeres con este tipo de presión laboral tienen 88% más riesgo de sufrir un infarto, así como más posibilidades de padecer un derrame cerebral y daños a las arterias que requieran cirugía de bypass coronario.
Además, indican que el estrés puede aumentar los niveles de inflamación, lo que desestabiliza las placas de grasa que se sitúan en los vasos sanguíneos, generando así problemas circulatorios.
Dr. Alex
“La presión laboral resulta en ausentismo, enfermedad y discapacidad, los cuales pueden reducir la productividad y la competitividad.”
"El empleo puede afectar tanto positiva como negativamente la salud por eso es importante, como parte de un ‘paquete’ completo de cuidado a la salud, poner atención a las presiones del trabajo".
No restar importancia al tema
Por otro lado, los expertos en el tema consideran que no se le está tomando la debida importancia a las enfermedades del corazón en las mujeres, ya que se piensa que es un problema que aqueja mayormente a los hombres.
Esto se da debido a que las mujeres presentan síntomas que no son comunes para diagnosticar alguna enfermedad de este tipo, tales como dolor de la espalda baja, sensación de ardor en el pecho, malestar abdominal, náusea o fatiga. Y por si fuera poco, no suelen realizar consultas médicas sino hasta cuando la enfermedad se encuentra ya muy avanzada.
Se cree que el estrés puede provocar la liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol, cuyos niveles constantemente altos pueden dañar el sistema cardiovascular.
Sin embargo, el hecho de gozar de la igualdad de género conlleva los pros y los contras de lo que esto significa. Tal es así que en el ámbito laboral, las mujeres se han vuelto piezas importantes para el funcionamiento de las empresas, por lo que están sujetas a la misma presión laboral que los hombres.
La presión laboral es una forma de estrés psicológico que está definida como el desempeño en un empleo exigente que ofrece oportunidades limitadas para la toma de decisiones o para el uso de las capacidades creativas e individuales de la persona.
Recientemente un estudio realizado en Estados Unidos indica que aquellas mujeres que están bajo mucha presión en el trabajo tienen 40% más riesgo de enfermedades cardiovasculares que las mujeres que tienen un empleo menos exigente.
Los encargados del estudio realizado en Boston, en el Brigham and Women´s Hospital, informaron que las mujeres con este tipo de presión laboral tienen 88% más riesgo de sufrir un infarto, así como más posibilidades de padecer un derrame cerebral y daños a las arterias que requieran cirugía de bypass coronario.
Además, indican que el estrés puede aumentar los niveles de inflamación, lo que desestabiliza las placas de grasa que se sitúan en los vasos sanguíneos, generando así problemas circulatorios.
Dr. Alex
“La presión laboral resulta en ausentismo, enfermedad y discapacidad, los cuales pueden reducir la productividad y la competitividad.”
"El empleo puede afectar tanto positiva como negativamente la salud por eso es importante, como parte de un ‘paquete’ completo de cuidado a la salud, poner atención a las presiones del trabajo".
No restar importancia al tema
Por otro lado, los expertos en el tema consideran que no se le está tomando la debida importancia a las enfermedades del corazón en las mujeres, ya que se piensa que es un problema que aqueja mayormente a los hombres.
Esto se da debido a que las mujeres presentan síntomas que no son comunes para diagnosticar alguna enfermedad de este tipo, tales como dolor de la espalda baja, sensación de ardor en el pecho, malestar abdominal, náusea o fatiga. Y por si fuera poco, no suelen realizar consultas médicas sino hasta cuando la enfermedad se encuentra ya muy avanzada.
Se cree que el estrés puede provocar la liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol, cuyos niveles constantemente altos pueden dañar el sistema cardiovascular.
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