El acuerdo de París: inicia la lucha global contra el cambio climático
Después de una
maratónica jornada, finalmente se llevó a cabo la firma del acuerdo de París.
No es coincidencia que la ceremonia se haya realizado el 22 de abril, que
además fue el Día de la Tierra, ya que justamente la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) buscaba este año generar el impacto esperado en los
países que se comprometieron en la Conferencia de París -realizada en diciembre
de 2015- a firmar un compromiso formal y vinculante orientado a la protección
del medio ambiente. Esta campaña rindió frutos finalmente con la participación
de 175 países y que, previamente a la ceremonia central, China y Estados
Unidos -las dos potencias mundiales responsables de la mayor cantidad de
emisiones contaminantes- hayan decidido firmar el documento.
Por su lado Ban
Ki-Moon, Secretario General de las Naciones Unidas, ha manifestado su esperanza
en que la firma de este importante acuerdo implica que muchos países asuman
formalmente el cuidado del medio ambiente como uno de sus objetivos. “La
presencia de tantos países y líderes no deja dudas de que el mundo está
decidido a asumir la tarea climática. El próximo paso crucial es garantizar que
el acuerdo entre en vigor lo más pronto posible”, manifestó el líder del
organismo internacional. El alcance de esa meta estaría más cerca si Estados
Unidos y China ratificaran el acuerdo, toda vez que son los responsables de
casi un 40% de las emisiones contaminantes.
Antecedentes
Este trascendental
acuerdo tiene sus orígenes en diciembre del 2015, cuando en la Conferencia de
París, un encuentro sin precedentes sobre el cambio climático (Clima COP21),
representantes de 195 países aprobaron un acuerdo final que pondrían en
vigencia a comienzos del 2016.
En el texto aprobado,
tanto las naciones desarrolladas como países en desarrollo se comprometían a
gestionar la transición hacia una economía baja en carbono.
Asimismo, establecía el
objetivo de lograr que el aumento de las temperaturas se mantenga por debajo de
los dos grados centígrados y comprometía a los firmantes a "realizar
esfuerzos" para limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 grados en
comparación con la era pre-industrial.
“COP21 es realmente un
punto de quiebre para todos nosotros. A partir de ahora tenemos verdaderas
bases, ecológicas, para salvar nuestro planeta con este acuerdo que era
necesario para el mundo entero", dijo en aquel entonces el ministro de
Exteriores de Francia, Laurent Fabius, al presentar el borrador del texto
final.
Para lograr estos
objetivos, los países se comprometieron a fijar cada cinco años sus objetivos
nacionales para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Asimismo, el
texto establecía que los países ricos seguirían ofreciendo apoyo financiero a
los países pobres para ayudarles a reducir sus emisiones y adaptarse a los
efectos del cambio climático, aunque no hacía mención a montos específicos. Sin embargo,
previamente los países ricos se comprometieron a otorgar US$100 mil millones
anuales en financiamiento hasta el 2020.
Aunque no se incluyeron
sanciones para los países que incumplan con sus compromisos, sí debían informar sobre sus emisiones y sus esfuerzos para reducirlas, a
manera de incentivo a fin de que cumplan la meta trazada en el texto inicial.
En líneas generales
este documento era ciertamente esperanzador en materia de protección del medio
ambiente. Ya se había creado el documento, ahora el reto más importante era
hacer que los países lo firmen.
Suscrito el acuerdo
¿Qué pasará ahora?
El compromiso de los
194 países reunidos en París a fines del 2015 fue, inicialmente, el de
suscribir el acuerdo a inicios de este año; sin embargo, estratégicamente se
definió el 22 de abril del 2016, Día de la Tierra, como la fecha de la
realización de la ceremonia de firma de este acuerdo.
Para que el tratado
firmado el 22 de abril entre en vigor, se requiere que un 55% de los países
firmantes, representando al menos un 55% de las emisiones de carbono, lo
ratifiquen cada uno con su propio proceso interno y adopten planes concretos
para conseguir ese objetivo.
Quienes no han tardado
en ratificar el acuerdo son las naciones que se sienten amenazadas a corto plazo. Al
menos unos 15 países, sobre todo pequeñas islas del Pacífico y del Caribe
-desde Maldivas a Barbados-, para quienes el aumento del nivel del mar es un
peligro inminente, presentaron sus instrumentos de ratificación en el mismo
momento de la firma del tratado.
Asimismo, durante la
ceremonia el Secretario General de la ONU y otros mandatarios insistieron toda
la jornada en que el acuerdo de París debe ser el punto de partida para los
países en su lucha contra el cambio climático, mas no la meta. Y la carrera que
se inicia es una dominada por la urgencia. «Estamos en una lucha contra el
tiempo», dijo el líder de la ONU.
Por su parte, Daniel
Maximilian Da Costa, Fundador y CEO de LAQI manifestó: “La firma de este
trascendental acuerdo es el punto de inicio de la ratificación de las acciones
que se plasmaron en el documento inicial en París en 2015. Ahora llegó el
momento en que los países manifiesten, con acciones concretas y reales, su
compromiso en la lucha contra el cambio climático. Nosotros como organización
que promueve calidad en las empresas buscamos con nuestra gestión contribuir en
esta lucha global, haciendo que las más de 3000 compañías integrantes de
nuestra red de miembros, reporten sus buenas prácticas orientadas hacia la RSE
y, por tanto, a la protección del medio ambiente”.
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