Confianza y liderazgo: el binomio del éxito
La confianza es un capital muy importante en
las compañías de hoy. Y es un elemento aún más elemental si se desea construir
un liderazgo sólido con miras al éxito de las gestiones de la empresa. La
confianza que los miembros de la organización sientan en su líder, determinará
sustancialmente el logro de los objetivos propuestos, toda vez que las acciones
orientadas hacia esa meta, estarán fortalecidas y sustentadas por la seguridad
que sienten los colaboradores en la capacidad y experiencia del líder a la
cabeza. Precisamente de ello nos habla este interesante artículo de la
reconocida conferencista internacional Lucy Amado, que a continuación compartimos:
LA CONSTRUCCIÓN DE UN
NUEVO LIDERAZGO BASADO EN LA CULTURA DE LA CONFIANZA
Lucy Amado.
En este nuevo milenio, la confianza
organizacional tiene su asiento en la buena voluntad de las personas a ser
vulnerables a otros, por encima de sus intereses como empleados, basándose en
la creencia de que los otros individuos son competentes, honestos, fiables y
consistentes. Estos valores, que crean propensidad para la confianza,
determinan los tipos de conductas, eventos y situaciones que dentro de una
organización se desean o no se desean. De manera que estas actitudes y valores
son claves para determinar cómo los miembros deben de evaluar a otros y a la
organización.
Nuestra cultura la construimos en base a relaciones de confianza. Las culturas de las que somos miembros (organizacionales, sociales y políticas), definen sus cualidades en base a la confianza de sus individuos. Se confía en que otros obedezcan reglas básicas de comportamiento y todos los aspectos de una relación laboral se basan en la confianza.No obstante, en esas relaciones surgen, a diario, múltiples conflictos, porque parece que la gente ha perdido la confianza en sus líderes y en los programas que lideran, por lo que puede observarse la falta de confianza en los negocios, en las agencias gubernamentales, entre otras organizaciones. Esta desconfianza se debe, precisamente, al quiebre cultural que existe, ya que muchas de estas organizaciones carecen de la cohesión que la confianza mutua provee, trayendo como consecuencia el aislamiento y la ansiedad.
Nuestra cultura la construimos en base a relaciones de confianza. Las culturas de las que somos miembros (organizacionales, sociales y políticas), definen sus cualidades en base a la confianza de sus individuos. Se confía en que otros obedezcan reglas básicas de comportamiento y todos los aspectos de una relación laboral se basan en la confianza.No obstante, en esas relaciones surgen, a diario, múltiples conflictos, porque parece que la gente ha perdido la confianza en sus líderes y en los programas que lideran, por lo que puede observarse la falta de confianza en los negocios, en las agencias gubernamentales, entre otras organizaciones. Esta desconfianza se debe, precisamente, al quiebre cultural que existe, ya que muchas de estas organizaciones carecen de la cohesión que la confianza mutua provee, trayendo como consecuencia el aislamiento y la ansiedad.
El liderazgo y
confianza
Ante este escenario, es imperioso definir que
se entiende por liderazgo al conjunto de habilidades gerenciales o directivas
que un individuo tiene para influir en las formas de ser de un grupo de
personas, haciendo que trabajen con entusiasmo en el logro de objetivos, ya que
es la influencia, intención, responsabilidad, cambio y propósito compartido con
los seguidores. En relación a la definición de la confianza, podemos decir que
es la creencia en que un grupo de personas será capaz y deseará actuar de
manera adecuada en una determinada situación y pensamiento. La confianza puede
reforzarse o debilitarse, de acuerdo a las acciones, pues cuando alguien confía
en otro, cree que puede predecir sus acciones y comportamientos. Por lo tanto,
la confianza simplifica las relaciones. De esto puede decirse que un verdadero
liderazgo debe transmitir confianza, influyendo a su grupo e inyectándole
seguridad y certidumbre, de manera que sea todo en función de logros de
objetivos.
Por lo que el liderazgo, en la cotidianidad actual, debe de considerarse como un liderazgo desarrollador y no controlador Siendo desarrollador, se puede lograr integración con los seguidores. El líder tendrá como desafío transformar a sus seguidores y ser capaz de sostener una acción unificada y cooperativa, aunado a que, si en la cotidianidad se siente un clima de confianza, tendrá un entorno más fiable, seguro y con más equidad. Asimismo, debe de estar más comprometido con la confianza que ofrece a su equipo, brindando, ante los cambios, que de por si suelen generar conflictos, las herramientas para convencer que los pasos que se dan y todos los actos que sucedan, guiando a la consecución de objetivos; todo esto llevado de una manera competitiva y obediente. Es la confianza más que el poder y la jerarquía la que realmente hace funcionar con eficacia una organización.
Por lo que el liderazgo, en la cotidianidad actual, debe de considerarse como un liderazgo desarrollador y no controlador Siendo desarrollador, se puede lograr integración con los seguidores. El líder tendrá como desafío transformar a sus seguidores y ser capaz de sostener una acción unificada y cooperativa, aunado a que, si en la cotidianidad se siente un clima de confianza, tendrá un entorno más fiable, seguro y con más equidad. Asimismo, debe de estar más comprometido con la confianza que ofrece a su equipo, brindando, ante los cambios, que de por si suelen generar conflictos, las herramientas para convencer que los pasos que se dan y todos los actos que sucedan, guiando a la consecución de objetivos; todo esto llevado de una manera competitiva y obediente. Es la confianza más que el poder y la jerarquía la que realmente hace funcionar con eficacia una organización.
Liderazgo basado en la
confianza
De modo que es preciso trabajar en la
construcción de un liderazgo basado en la confianza, que será aquel que
brinde a los seguidores integridad,
honradez y las ideas necesarias para la hora de generar cambios culturales en
su empresa y sea ésta, luego, el mejor lugar para trabajar y vivir. En el
liderazgo basado en la confianza existe una consistencia entre lo que dice el
líder y lo que hace el líder. Un líder se basa en la confianza por medio de sus
actos y en la certidumbre que brinda a los demás. En este sentido, es necesario
aclarar que no es que no exista liderazgo, lo que no existe es un clima de
confianza, para que ese liderazgo sea verdaderamente posible.
Para que un líder pueda promover la cultura de la confianza es necesario que sus acciones presuponga una actitud que emane seguridad y esperanza firme. Sus características son:
Para que un líder pueda promover la cultura de la confianza es necesario que sus acciones presuponga una actitud que emane seguridad y esperanza firme. Sus características son:
1. – Asertividad, 2.- Comunicación, 3.-
Proacción, 4.- Seguridad, 5.- Carisma y 6.- Pro diálogo, pro negociador y pro
acuerdos.
Si los líderes cumplen con estas
características, existirán en sus organizaciones valores comunes, integrados a
metas comunes, a la par de que serán las empresas o corporaciones más exitosas
y productivas. La confianza organizacional es una actitud de ayuda, es la buena
voluntad de comprometerse en la toma de riesgo, tomando en cuenta todas las
partes, incluyendo cooperación distribución de información y voluntariedad.
Importancia de la
cultura del liderazgo basado en la confianza
De manera que el desafío de este nuevo milenio
es el de construir un liderazgo basado en la confianza. Ningún líder puede
hacer énfasis en sus objetivos, si no hay confianza. Los tiempos han cambiado y
este nuevo siglo conlleva a que el líder de hoy en día busque tener un equipo
humano como principal ventaja competitiva en las organizaciones. La práctica de
hoy día debe ir encaminada a construir confianza como responsabilidad
primordial del líder. La verdad sobre el liderazgo de hoy es que se debe
considerar al líder como un desarrollador, no como un controlador de sus
seguidores. La tarea del liderazgo consiste en el desarrollo e integración.
La meta es transformar a los seguidores en un conjunto equilibrado, capaz de sostener una acción unificada y cooperativa. En resumen, puede decirse que una verdadera cultura de liderazgo debe basarse en la confianza, debido a que, con ella, el líder llevará a sus seguidores y a sí mismo a la motivación, a la resolución de problemas, al trabajo en equipo y la consecución de logros y objetivos.
.....................................................................................................................................................................La meta es transformar a los seguidores en un conjunto equilibrado, capaz de sostener una acción unificada y cooperativa. En resumen, puede decirse que una verdadera cultura de liderazgo debe basarse en la confianza, debido a que, con ella, el líder llevará a sus seguidores y a sí mismo a la motivación, a la resolución de problemas, al trabajo en equipo y la consecución de logros y objetivos.
Por su parte el Dr. Daniel Maximilian Da Costa,
Fundador y CEO de LAQI expresó: “Para un verdadero líder es absolutamente
trascendental saber trasmitir confianza a sus colaboradores. Esto, sin duda,
servirá de aliciente para promover y cultivar diligencia en el logro de
objetivos comunes en la gestión corporativa y mantener, además, a colaboradores
altamente motivados y seguros de que el camino que transitan es el correcto. Asimismo,
una cultura de confianza es un claro indicador de buenas prácticas en las
organizaciones modernas, principios que lógicamente promovemos en LAQI”.
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