De la tradición a la Innovación
En un mundo como el que vivimos, el
alcanzar la DIFERENCIACIÓN en el mercado no es un asunto menor. Con
tantas implicaciones y variables por trabajar, son demasiados los empresarios
y directivos a los que les supone un auténtico quebradero de cabeza, trasformar
las estructuras de gestión empresariales para convertir a su organización en
una empresa innovadora.
Los riesgos personales asumidos son muchos
y las recetas hacia el éxito apenas están escritas o experimentadas como para
estar seguros de que se conseguirá el objetivo de transformarnos en una
organización innovadora.
Lo que sí sabemos es que en un entorno
empresarial tan revuelto, donde el cambio es la norma, el que no esté preparado
para anticiparse acabará por salirse del juego. Pensar diferente es una
cosa, ejecutar magistralmente y de manera distinta es toda una odisea,
pero ATREVERSE a modificar el Statu Quo, es quizá la mayor proeza que
pueda lograrse, porque esto implica un cambio profundo hacia adentro en quien
dirige la organización y más aún cuando debe extender éste cambio en todos
aquellos que le acompañan en posiciones de liderazgo.
“No queremos ser una empresa innovadora
porque suene bien, sino porque es la mejor forma que existe para salir por
delante de nuestros competidores en un mundo globalizado que exige
ejecutar y servir al cliente en el más alto rango de
excelencia”.
Veamos entonces algunos elementos que
pueden estar interfiriendo y que impiden una correcta transformación de nuestra
empresa cuando tratamos de cambiar e innovar como parte de nuestro propósito:
Barreras Emocionales:
La zona de confort: es la zona donde
todas las personas se sienten seguras y cómodas. La dificultad para salir de
ella radica en que la mayoría prefiere no arriesgarse en caminar terrenos
desconocidos por el miedo al fracaso. ¿Porqué moverme más rápido que los demás,
si así como estamos nos va bien?. En nuestros tiempos, personas y empresas
que no están dispuestas a cambiar antes que los demás, tendrán que conformarse
con las migajas que otros dejan, con el riesgo a desaparecer del mercado
por la pérdida del interés de los clientes en adquirir productos y/o
servicios que ya no están actualizados o no agregan valor a sus vidas.
La gestión del cambio duele: Cambiar
implica que usted va a sacudir las estructuras de poder implícitas y creadas en
la organización lo que supone buscarse problemas con un montón de personas que
le rodean actualmente y te atacarán literalmente por sacarles de su zona
de confort y romper su forma de vida. Sin embargo, si lo que se busca es hacer
del cambio un modelo de aprendizaje continuo, deberá pasar por ésta zona
de pánico antes de llegar a la zona de transformación total de su negocio.
Muchos se irán de su lado, pero no se preocupe, de cualquier manera no los
tenía con usted, se habían acostumbrados a vivir como parásitos del negocio.
Los riesgos personales asumidos: Se te
juzgará por la forma en que actúas por muchos que incluso pensabas que estaban
de tu lado. No te preocupes, siempre el hacer lo correcto ha producido
dividendos. Cuando te toque dar prioridad a tus acciones en la agenda, que sean
los resultados y el aseguramiento de la visión lo primero tengas en tu mente aun
cuando baje un poco tu popularidad frente a la masa.
Barreras estructurales:
Alinear la organización: Significa
modificar la estructura, profesionalizar cada puesto en la organización e
incrementar la efectividad personal en cada puesto en la empresa. Esto ocasiona
mucho ruido al principio y no siempre es un tema al que se le quiera
entrar de frente. ¡Prepárese para subir a los mejores y para despedirse de
aquellos que ya no tienen interés en asegurar su visión, aun cuando lo hayan
disfrazado por mucho tiempo.
Del pago por tiempo al pago por resultados: Es
el nivel de desempeño de cada puesto en la empresa lo que asegura el trabajo de
largo plazo en la organización. Como líder de su empresa, usted debe asegurarse
de mantenerse cambiando en forma permanente para ofrecer a sus clientes lo que
nadie se atreve a darles y esto exige incrementar la eficiencia personal y un
crecimiento en el nivel de liderazgo de todos los colaboradores.
Del trabajo a pie, a la innovación tecnológica: Muchas
empresas están atorándose todavía en éste renglón, debido a la poca utilización
de la tecnología en todos los procesos internos del negocio. Es tiempo de dejar
de arrastrar el lápiz o seguir trabajando Excel como si fuera la única
herramienta de control interno en el mundo de los negocios. Hoy existen
infinidad de plataformas que agilizan la toma de decisiones y facilitan el
trabajo de manera notoria, y usted debe de invertir en ello. Recuerde que la
toma de decisiones, entre más efectiva y rápida se produzca, le permitirá
innovar y llegar antes que nadie al mercado y a sus clientes.
Éstas barreras en realidad, son auténticos
muros de contención para cualquier organización que empieza a andar el camino
hacia una transformación que pueda convertirles en una empresa
innovadora. Así pues, no se trata ahora mismo de cambiar por necesidad
meramente (que si lo es), sino de cambiar para ganar la partida en un
mundo donde la velocidad frente al cambio es ya una ley para obtener
el éxito en el mercado.
En éste sentido, ¿de qué elementos entonces
puede apañarse para convertir a su empresa en un modelo de transformación hacia
el cambio y la innovación? Veamos algunos que pueden ser considerados:
Cultura de innovación: Fomentar la
cultura del cambio e innovación requiere la práctica congruente de éste tipo de
acciones desde la Alta Gerencia. Sugiero que para accionarla, se
incluya como parte de la descripción y responsabilidad de cada puesto en
la empresa el tema de la innovación. La innovación, tiene que ser en cada
organización una condición de empleo, de tal suerte que los empleados que
lleguen a su empresa, desde el inicio encuentren una atmósfera que los motive a
generar nuevas ideas y a producir y agregar valor pensando y actuando
diferente. Usted como líder, debe facilitar el ambiente para que esto suceda,
de lo contrario, solo será un tema de moda que jamás llegará a convertirse en
un hábito en la organización.
Equipo de innovación: Usted debe
asegurar a través de su liderazgo que ocurra la premisa de que en cada área
exista un equipo de innovación y que a nivel de empresa y de manera
interdisciplinaria existan los necesarios. Hoy en día la innovación no debe
considerarse una idea más, una moda o incluso un tema de broma. Es en sí el
camino para poder diferenciarse en el mercado y hablar de ello es tan serio,
como hablar del plan de negocios mismo de su empresa. Los equipos de innovación
tienen por objeto la generación de nuevas ideas, garantizando la productividad
y el retorno de inversión de las mismas de manera conveniente. Es un verdadero
trabajo para líderes, así que si usted no ha preparado a sus colaboradores como
tales, le sugiero que se atreva a dar el primer paso.
Coaching para la innovación: Como
responsable de la dirección de la empresa, usted debe proveer los elementos y
facilidades necesarias para avanzar en el tema de la generación de nuevas ideas
y de aplicaciones innovadoras. Al mismo tiempo, debe acercarles expertos en
innovación a sus equipos (externos preferentemente) que puedan guiar a los
equipos dando metodología para el manejo de sus proyectos y una nueva óptica
que les revolucione y anime a ir más allá de lo que cotidianamente realizan.
Equipos de evaluación y medición: Instituya
en su empresa la cultura de la medición de todo lo que se realiza. Bien se dice
que lo que no se mide, no se conoce y por lo tanto no se puede mejorar, y en
éste caso, tener un equipo que vaya midiendo los resultados e impacto de cada
proyecto es vital para que los grupos de innovación se mantengan en un alto
nivel de disposición y entusiasmo durante el trayecto.
Reconocimiento a tope: Cada avance,
debe ser reconocido por la Alta Gerencia para mantener el espíritu de los
equipos de innovación y para fomentar el entusiasmo por la cultura que se gesta
al interior de la empresa. Goce los triunfos a nivel de empresa, a nivel de
departamento o área o a nivel de cada grupo interdisciplinario. De usted
depende el nivel de orgullo de cada integrante en su organización y el éxito en
la formación de ésta nueva cultura de cambio.
Puede ser que existan algunas otras
variables que mover para alcanzar la transformación de una empresa, pero en mi
experiencia, pienso que éstas que señalo son algunas claves que pueden
utilizarse para salir de lo rutinario. Lo reto en éste artículo a sumar algunas
otras ideas que puedan aportar a la generación de una cultura de innovación,
pues en verdad el mundo lo necesita.
Ahora bien, como lo he señalado en muchas
ocasiones, ir en camino a la innovación forzada y sin liderazgo, no le podrá
garantizar éxitos en el largo plazo. Lo que si es importante es que prepare
fuertes equipos de líderes con una vocación de servicio diferenciado, con
pensamiento fuera de lo común (cómo lo digo en mi libro), y con el valor
suficiente para desafiar el Statu Quo.
En estos procesos de formación, pida ayuda
si no lo puede hacer solo. Nosotros estamos a sus órdenes para ello.
Lic. Jorge A. Arias Romero.
Consultoría Empresarial Humana.
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