Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza

El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se celebra el 17 de octubre de cada año, a partir de 1993, desde su declaración por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el propósito de promover mayor conciencia sobre las necesidades para erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países, en particular en los que se encuentran en desarrollo que se ha convertido en una de las prioridades del progreso.

El objetivo de esta fecha no es más que hacer llegar a todos los rincones del mundo la verdadera situación a la que se enfrentan miles de personas diariamente sin alimentos, viviendo en la indigencia, sin lo más mínimo para poder dar de comer a sus familias, etc.

Se trata de un día para tomar conciencia y sensibilizar a la población de la grave situación que viven las personas que se encuentran bajo la pobreza total y absoluta.

Es necesario un esfuerzo conjunto y global de todos los ciudadanos que junto con las administraciones, asociaciones, gobiernos y demás, se pueda ponerle un fin a la pobreza, la hambruna, la disminución de la mortalidad infantil, la desnutrición y evitar la propagación de enfermedades que cada día matan a miles de personas en todo el mundo. Para lograr este objetivo es necesario una concientización social y de todos y cada uno de los ciudadanos que no se encuentren en esta situación. Las inversiones en proyectos de desarrollo humano son la pieza clave para garantizar la alimentación y educación y en consecuencia poder tener una vida digna.

«La importancia de este Día es dar a conocer la realidad que para mucha gente es ajena pero aqueja a un gran número de la población mundial, es además un llamado de atención a cada uno de los jefes de gobierno a concientizarse y tomar acciones para que esta realidad vaya desapareciendo» sostuvo Daniel Maximilian Da Costa CEO & Founder de Latin American Quality Institute.

Por lo tanto Resulta apropiado que este tema reconozca que todas las personas deben estar unidas para hacerle frente a la pobreza y la discriminación, y así construir un futuro sostenible en el que se satisfagan las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas.