¡LA CULTURA ES LA MÁXIMA PRIORIDAD!
Pasan los años y su
empresa sufre muchas transformaciones y usted con su comportamiento y acciones
va formando la mística de su negocio. Hace poco tiempo, después de impartir un
diplomado de liderazgo para directivos, se me acercó una persona del grupo y me
comentó: «Me gustó mucho lo que dijiste sobre la necesidad de que cada uno de
nosotros desarrolle una cultura de liderazgo dentro de nuestras organizaciones».
Tener en cuenta que la cultura de su organización es el ADN de ésta, es lo que
le da la posibilidad de crecimiento por encima del nivel esperado.
Una de las ventajas
competitivas sostenibles para las empresas del futuro es su gente y su cultura,
lo he repetido en cada foro de conferencias donde me presento ante cientos de
empresarios. Cuando las empresas contratan a CEHU, para el desarrollo y
crecimiento de las mismas, una de las primeras cosas que observamos y en que
nos concentramos es el desarrollo de una cultura que privilegie:
- El aseguramiento de un plan de negocios.
- La cultura de la organización que permita que el primer propósito se cumpla por encima de lo esperado.
¿Por qué? Porque todo
resultado proviene de una cultura y está determinado por ésta. Sus competidores
copiarán sus productos si son excelentes, imitarán su nivel de servicio si éste
es diferenciador en el mercado, querrán tener una marca ganadora como la suya
si ésta comunica y transmite congruentemente lo que le da a sus clientes.
Es su cultura lo que
vuelve especial a su empresa. La cultura de su organización es la que determina
e impulsa sus estándares de comportamiento y actuación en el mercado. Es su
cultura lo que le dice a la gente lo que es urgente e importante, lo que es
aceptable e inaceptable, los que permiten que los valores de su empresa se
practiquen en forma consistente y se cumpla cabalmente y al pie de la letra la
filosofía y el modelo mental de su organización. ¡Así de simple!
Así que, en el futuro,
piense muy bien la forma en que lidera, pues la mayor ventaja competitiva en el
futuro quizá lo sea el desarrollar ¡Una Cultura de Liderazgo! ¿Está
preparándose para ello? ¿Trabaja actualmente en ello?
Sé que muchos empresarios
y en muchas empresas éste concepto puede sonar romántico y buscan los
resultados tangibles a toda costa sin importar el «cómo» se logran, dando al
traste en poco tiempo con el compromiso individual y colectivo de los
colaboradores. Después viene la molestia y el comentario de muchos empresarios,
de que el factor humano en la empresa, es sin duda su talón de Aquiles, cuando
en realidad, como lo he dicho siempre ¡No hay pelotones débiles, sino líderes
débiles!
Usted no debe dejar éste
tema de lado tan fácilmente, por el contrario, debe hacerse la idea de que
mientras no logre generar una identidad propia, a través de una vocación clara
hacia una ejecución de excelencia y altos estándares de ejecución, no podrá ir
más allá que el simple hecho de participar como uno más, en el segmento en que
se encuentra.
Sé perfectamente que hacer
una cultura de éste tamaño lleva años y años de buen trabajo y una clara
orientación a servir en un nivel superior a quienes se debe: Sus clientes. Pero
si no hace esto por convicción, entonces debe preguntarse el propósito por el cual
está usted haciendo lo que hace ahora mismo. Cada empresario deberá encontrar
sus respuestas y el consejo que puedo darles por igual, es que mientras no nos
concentremos en producir liderazgos de excelencia, coherentes con lo que se
dice y lo que se hace, y con una vocación, insisto, que privilegie altos
estándares de ejecución, seguirá siendo como muchos: ¡Del montón!
¿Cómo puede generar una
cultura?
Congruencia: Un nivel de
actuación fuera de serie, orientado a asegurar que los valores de la empresa se
practiquen cada día por todos los trabajadores, es quizá la mejor manera de
hacer una cultura de excelencia en la empresa.
Altos estándares:
Sabedores que se tiene el talento de su lado, permita que sus colaboradores lo
expongan, bajo la premisa de alcanzar indicadores de desempeño, por encima de
lo esperado. Como siempre digo, den toneladas de responsabilidad a su gente,
para que ésta pueda atreverse a desencadenar su potencial y a mostrar su
grandeza.
Reconocimiento: John
Abele, fundador de la multibillonaria Boston Scientific dijo una vez, «Tienes
aquello que celebras», y tiene toda la razón, pues las personas se motivan
por aquello que se les reconoce. No es la realidad de nuestros empresarios en
el país, pero si hay quien se orienta a compartir con sus colaboradores, no
solo la celebración del triunfo, sino también parte de sus utilidades, cuando
se superan con creces los objetivos y metas que se trazan previamente. Un
comportamiento premiado es uno que se repetirá. Usted tiene la obligación de
atrapar a la gente cuando hace las cosas bien, es por ello que dentro de
nuestros sistemas de alineación ponemos especial atención y cuidado a la
alineación del factor de compensaciones con relación a su plan estratégico.
Comunicación y
conversaciones adecuadas: En nuestros procesos de entrenamiento en liderazgo y
en nuestros Diplomados, pongo siempre especial énfasis en decirle a los
ejecutivos, que cuiden mucho lo que dicen frente a sus empleados y
colaboradores, pues la gente se convierte en aquello de lo que hablan sus
líderes. Si usted no desea que se olviden de su visión, pues hable de ella
constantemente y en cada ocasión que se pueda, así sea en la junta operativa con
las personas de la línea de producción o ventas, con el personal administrativo
o en sus juntas de administración y ejecutivas. Usted, necesita «evangelizar»
constantemente aquello que defiende, y ésta es una de sus obligaciones como
Directivo que es.
Inversión en
entrenamiento: No se puede dar la creación de una cultura de excelencia sin el
desarrollo de sus empleados y colaboradores. Si usted sabe que el recurso
principal de su empresa es su gente, entonces oblíguese a crecerlos y a
desarrollarlos. Es de sentido común, invertir en tu principal recurso así que,
dispóngase a realizar permanentes Diplomados y Talleres de liderazgo para
inculcar los valores que pretende alimentar y crear, de esa manera, una cultura
de liderazgo en sus mentes y corazones.
Jorge Arias Romero |
Contar historias de éxito:
Usted, quien comenzó el negocio años atrás, es un caso de éxito, contar del
esfuerzo que tuvo que hacer, del trabajo duro, de las tantas dificultades que
tuvo que sortear, representan un caso de éxito que soporta la cultura de la organización.
Relatar su propia historia, ayuda a que los ideales de la empresa, se
cristalicen en el corazón de sus empleados. ¡Hágalo cada que pueda!
Modelar con el ejemplo:
Nada tan grato a los ojos de los demás, como seguir a un líder congruente,
auténtico y con un alto grado de autenticidad. Usted como directivo no podrá
exigir niveles de excelencia en la ejecución, si la suya no es del mismo
tamaño. Siempre les digo a quienes se entrenan en liderazgo conmigo éstas
premisas básicas para convertirse en un líder de alto desempeño:
- Asegúrese de que cada persona que llegue a usted, siempre se vaya mejor de cómo ha llegado.
- Conviértase en esa persona que usted quiere que otros sean, o no logrará mucho ni en lo individual ni en lo colectivo.
- Dé ejemplo de grandeza a nivel de 360º, pues a las personas nos gusta seguir a la gente exitosa.
No es fácil el camino, exige
entrenamiento y práctica constante. Exige supervisión y aseguramiento para
alcanzar un alto nivel de desempeño:
- A partir de aprender a liderarse a sí mismo, excepcionalmente bien.
- A partir de evaluar su desempeño como líder.
- A partir de practicar diariamente las premisas básicas de servicio a 360º
Una cultura, se genera por
la actuación consistente y a nivel de excelencia de todos los líderes de la
organización y es por ello que debe multiplicar la formación de líderes en
todos los niveles existentes en la empresa, no sólo al personal con mando, sino
a todos aquellos que tengan en su mente la vocación de servir, en un nivel
fuera de lo común.
Jorge Arias Romero.
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