Pandemia y aumento de trabajadores a domicilio
La pandemia de Covid-19 ha trasladado a muchos trabajadores de todo el mundo a trabajar desde casa, uniéndose a millones de personas que ya han adoptado este sistema durante décadas. Sin embargo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) llama la atención sobre el hecho de que las leyes y políticas que rigen el mercado laboral no fueron diseñadas con el hogar como lugar de trabajo.
Un trabajador a domicilio es una persona que trabaja en nombre de terceros y fabrica un producto o proporciona un servicio de acuerdo con las especificaciones del empleador. Este modelo siempre ha existido, sin embargo, una vez ejecutado en la casa privada de una persona, ha permanecido invisible durante mucho tiempo. A través de la tecnología, incluido el teletrabajo, se pueden realizar a distancia una serie de actividades, desde la costura y el ensamblaje hasta la producción de bienes.
Según datos de la OIT, en 2019 había 260 millones de trabajadores a domicilio en el mundo, antes de la crisis sanitaria, lo que corresponde al 7,9% del empleo total. La mayoría de los trabajadores a domicilio son autónomos y viven en países en desarrollo, mientras que algunos de ellos son teletrabajadores, especialmente en países ricos. A su vez, la pandemia revirtió esta situación y, en 2020, alrededor de 560 millones de personas trabajaron en casa durante el apogeo de la crisis.
La OIT sostiene que el seguimiento es necesario para que el trabajo decente en el hogar sea un objetivo alcanzable. Para ello, enumera el esfuerzo colectivo de gobiernos, organizaciones de trabajadores y sindicatos, así como de los trabajadores a domicilio y sus organizaciones.
Referencia
Comentarios