Desarrollo sostenible y empleos verdes
El uso intensivo de los recursos naturales y el aumento de la contaminación se suman a la creciente escasez de agua dulce y tierras fértiles. Esta realidad es un llamado a las empresas y mercados laborales para la ecologización de la economía, que, en consecuencia, impulse el desarrollo sostenible.
Muchos avances vinculados al desarrollo y la lucha contra la pobreza, logrados en las últimas décadas, pueden ser destruidos por la degradación ambiental. En este proceso, sectores que terminan siendo amenazados, como la agricultura, la silvicultura y la pesca, que dan trabajo a millones de personas.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), muchas de estas dificultades vinculadas al medio ambiente provienen de problemas sociales pendientes, como el desempleo, especialmente entre los jóvenes; educación; salud; saneamiento; e infraestructura
Al enfrentar estos desafíos de manera colectiva, los resultados tienden a ser positivos, incluida la creación de poderosas sinergias para el desarrollo. Para ello, se necesitan algunos pasos, el primero de los cuales es comprender la dinámica de los mercados laborales.
En base a esto, la OIT orienta para aprovechar las oportunidades, ya que la transición hacia una economía más sostenible y más verde ofrece grandes posibilidades de desarrollo social, como la creación de más empleos, la mejora de la calidad del empleo y la inclusión social a gran escala.
En términos de empleos generados en una economía más verde, estos puestos tienden a caracterizarse por niveles más altos de calificación, seguridad y remuneración que los empleos comparables en el mismo sector.
Finalmente, la mejora en la calidad del empleo se aprecia en varios sectores económicos, como el aumento del nivel de cualificación general, la mejora de las condiciones de trabajo y de los ingresos hacia una economía más sostenible medioambientalmente.
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