Día Mundial de la Salud: «Mi salud, mi derecho»
El derecho a la salud está establecido en el artículo 25 de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como en la Constitución
de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual establece que «el goce
del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos
fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología
política o condición económica o social».
Durante la pandemia del COVID-2019, entre los años 2020 y
2022, serias complicaciones impidieron las empresas de crecer. La necesidad de
fortalecer el sistema de salud mundial e incrementar la inversión en investigaciones
sanitarias han hecho realidad varias de las metas del ODS 3 y, gracias a esa
situación, será aún más difícil llegar al objetivo final en el año 2030.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 —Salud y Bienestar—
trata de «Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas
las edades». Para lograr poner en línea nuevamente el progreso hacia el
cumplimiento del ODS 3, es necesario contar con las empresas, ya que todos deben
asumir la responsabilidad y seguir impulsando las buenas prácticas
empresariales relacionadas con la salud y el bienestar, tal como se propone el
Pacto Mundial de las Naciones Unidas, además de prácticas ambientales, las cuales
están íntimamente ligadas a la salud, ya que de esa interconexión se obtienen
políticas agrarias y nutricionales para todas las naciones.
Este 2024, es necesario recalcar la necesidad de priorizar
el acceso universal a la salud y hacer frente, de manera urgente, a la crisis
climática. Las empresas que quieren
apostar por el derecho a la salud deben atender al llamado e invertir seriamente
en políticas medioambientales, respetar las normativas y fomentar que todos sus
stakeholders caminen en la misma senda.
Fuente:
www.paho.org
www.who.int/es
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