Inclusión Laboral: un pilar en la Agenda 2030


 «No dejar a nadie atrás» es lo que predica la Agenda 2030, reverberando el espíritu de equidad e inclusión que promueve este marco de las Naciones Unidas. El ODS 8 —Trabajo Decente y Crecimiento Económico— da voz a uno de los principales ejes de los Derechos Humanos: la inclusión laboral de personas con discapacidad, así como de diferentes culturas, etnias o identidades, mujeres vulnerables, adultos mayores y personas que proceden de niveles socioeconómicos bajos.

Las empresas juegan un papel vital en la promoción de los derechos de las personas más vulnerables, e incluirlas en la sociedad con posibilidades de crecimiento representa triple logro: para las personas involucradas, para las empresas y para la sociedad en general. Las empresas deben aplicar políticas e iniciativas que respeten y apoyen los derechos y la inclusión de todos los colectivos.

En el caso de personas con discapacidad y neurodiversas, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) cuentan con publicaciones específicas de fomento a la empleabilidad, como es el caso de «Empresas y Derechos Humanos: acciones y casos de éxito en el marco de la Agenda 2030» y la «Guía para empresas sobre los derechos de las personas con discapacidad». Ambos documentos ofrecen valiosas directrices para avanzar en esta misión, de la mano con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Con un entorno inclusivo y diverso, las empresas tienen apertura y condiciones de proporcionar incluso accesos a recursos de salud mental, fomentar una cultura de apertura y apoyo, y capacitar a los líderes para manejar conversaciones sobre salud mental de manera efectiva.

La inclusión laboral no solo beneficia a los empleados, sino que también puede tener un impacto positivo en la organización en general. Un entorno de trabajo inclusivo puede llevar a una mayor creatividad e innovación, mejor toma de decisiones, mayor satisfacción y retención de empleados, y una mejor reputación de la empresa. Invertir en inclusión es invertir en el éxito de la organización y en su sostenibilidad a mediano y largo plazo.

 

Fuentes:

www.ilo.org

www.un.org

laqi.org

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