Jóvenes e informalidad en el trabajo
La informalidad sigue afectando a más de la mitad de los jóvenes en todo el mundo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), solo uno de cada cinco jóvenes adultos de 25 a 29 años en países de bajos ingresos logra obtener un empleo seguro y remunerado, definido como un contrato de más de un año.
Además, la organización destaca el creciente número de jóvenes de entre 15 y 24 años que se encuentran fuera del mercado laboral, de programas educativos o de formación, lo que genera una gran preocupación para el mundo empresarial, especialmente en una economía que todavía enfrenta los efectos de la pandemia de COVID-19.
La falta de empleo está estrechamente relacionada con las particularidades de cada país y región. En Brasil, por ejemplo, la baja motivación de los jóvenes para la preparación profesional es una cuestión preocupante para las empresas. Una investigación del Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial (SENAI) revela que el 43% de los jóvenes brasileños muestra poco o ningún interés en cursos técnicos o de formación profesional, evidenciando la necesidad de que las organizaciones presten atención y fomenten esta área.
La educación y el empleo son interdependientes. Una formación educativa sólida abre puertas a mejores oportunidades laborales, mientras que la experiencia en el trabajo contribuye al perfeccionamiento continuo de las habilidades adquiridas.
Por ello, es crucial que las empresas trabajen para crear un entorno que incentive la formación profesional y facilite la transición de los jóvenes al mercado laboral. De esta manera, no solo se estará preparando a la próxima generación, sino que también se estará asegurando un futuro más próspero y equitativo para todos.
Referencias
Comentarios