La pobreza y el género: mujeres y niñas en mayor riesgo

 

Mientras el mundo alza la voz el último 17 de octubre en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, se hace necesario hacer un llamado a acción desde la perspectiva de género, dado que mujeres y niñas están sobrerrepresentadas entre los sectores más vulnerables.

Debido a factores como la división de roles por género, que limita el acceso de las mujeres a recursos materiales y sociales, solo el 61% de las mujeres en edad laboral participa en la fuerza de trabajo, en comparación con el 90,6% de los hombres. Además, alrededor del 60% de las mujeres trabajan en la economía informal a nivel global, porcentaje que supera el 90% en países de bajos ingresos. Muchas de ellas ocupan empleos inestables, mal pagados y sin protección social, como en el servicio doméstico, la construcción o la agricultura estacional. Invertir en empleos dignos para mujeres impulsa la igualdad de género y favorece el desarrollo económico sostenible para todos.

El informe «New data shine light on gender gaps in the labour market», de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), revela que las desigualdades de género en el empleo son mayores de lo que se pensaba y que los avances para reducirlas han sido mínimos en las últimas dos décadas. Y la situación no se limita al ámbito laboral o doméstico: los efectos del cambio climático y los conflictos armados agravan la pobreza femenina, especialmente en entornos frágiles.

 

¿Cómo la igualdad de género puede ayudar en la reducción de la pobreza?

Para combatir la terrible realidad en la que vive el planeta y en especial mujeres y niñas, es fundamental la implementación de políticas integrales que promuevan la igualdad de género en todas las esferas, desde el hogar hasta el mercado laboral.

Las empresas y gobiernos deben implementar medidas con el fin de fortalecer la protección social de las mismas, como subraya ONU Mujeres. Incluso, es necesario una transición hacia economías sostenibles que incluyan a las mujeres, dado que, en las soluciones de energía renovable, las mujeres están ampliamente infrarrepresentadas, ya que solo ocupan el 31% de los trabajos en el sector.

«La igualdad de género es una poderosa herramienta para reducir la pobreza e impulsar el desarrollo sostenible. Si se garantizan la igualdad de acceso a las oportunidades y a la toma de decisiones para todas las personas, las sociedades pueden crear economías más sanas y justas», comenta ONU Mujeres.

Sólo con medidas estructurales será posible reducir la pobreza de género y avanzar hacia un desarrollo equitativo.

 

Fuente:

https://news.un.org/

https://www.ilo.org/




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